Diario de reflexión

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Al acceder al recurso Caja de Herramientas de Proimágenes Colombia, me encontré con dos charlas #TengoUnaPelícula que me parecieron muy interesantes para aplicar en mi proceso de crecimiento en el rol de productor.

La primera de ellas se llama: “Contenidos Infantiles: El reto de crear para el publico más exigente”

Y la otra se llama: “Experiencias en torno a la producción creativa”

Aunque pareciera que estos dos temas no tienen relación, en mi caso, conectan a la perfección. 

En experiencias en torno a la producción creativa se plantea la pregunta, ¿Qué es un productor creativo? ó ¿Qué es un Showrunner? y pues, resuelve, desde el punto de vista de las invitadas que un productor creativo es una persona que siendo creativo, toma las riendas de la producción de su proyecto. Y, con esta definición, entraría yo a ser parte del gremio de los Productores Creativos de este país, (O de los Showrunner, si estuviera, por ejemplo, en Estados Unidos). Ya que empecé en mi recorrido audiovisual ejerciendo la labor de productor, no porque quisiera, si no por la “necesidad” de que estuviera alguien dentro del equipo que pudiera además de crear, tener la capacidad de gestionar recursos para poder producir. Es allí donde me doy cuenta que para poder producir cine desde las regiones, en mi caso, desde Pereira, sin haber ganado alguna convocatoria, es solo a través de la producción en comunidad, y esa producción en comunidad requiere de un líder.

En mi caso la producción en comunidad me ha permitido, además de incrementar mis experiencias audiovisuales, poder formar equipos, buenos, regulares y malos, para producir proyectos, buenos, regulares y malos, que finalmente conducen a adquirir una experiencia haciendo, hemos ido aprendiendo y haciendo, desde lo practico y lo teórico, se han llevado a cabo procesos que hacen circular la cinematografía local, así sea desde la piratería.

Desde esta perspectiva y a partir de la producción comunitaria, debo hacerme estos cuestionamientos:

¿Qué muestro? ¿Qué produzco?

¿Cómo lo muestro? ¿Cómo lo produzco?

¿Cómo lo relato?

y ¿Cómo vivo de esto?

No se debe esperar a que llegue el productor a producir. La ciudad, las regiones, el país necesita productores.

Definitivamente, el productor se hace haciendo y solucionando. Cada producción trae su afán y su “chicharrón”, algunos de ellos, vienen sin “arepa”. (Entiéndase chicharrón como problema y arepa como solución)

Ahora, después de tanto tiempo de estar produciendo varios tipos de contenidos, tuve la oportunidad de producir una serie infantil de ficción llamada “Los Pájaros de Oshún” con la que me doy cuenta de que quiero seguir produciendo contenido para niños, pues hacer contenido infantil (Me parece) le permite a uno más libertad en la creatividad.

Crear para niños, es un gran reto, me permite explorar mi niño interior, facilitándome conceptualizar y crear para generar un producto capaz de llegar a todos los corazones.

Producir con niños es diferente de producir para niños. Al producir para niños, se puede hablar de cualquier tema, solo hay que ser muy cuidadoso de como se aborda y se trata. Los niños se enganchan fácil y en cualquier narrativa, pero así mismo se desenganchan.

Un niño sabe si le gusta o no le gusta un producto, no hay espacio para segundas oportunidades con los niños, son exigentes y sus inquietudes cambian constantemente y a un ritmo acelerado.

Se me viene ahora el interrogante, para complementar con los interrogantes anteriores.  ¿Cómo distribuir productos infantiles?

Y también se me viene la respuesta. Y es que uno como productor debe saber muy bien a quien le va a vender lo que produce para que lo distribuya. Y. Sinceramente, me hace falta seguir aprendiendo en el camino de producir y distribuir.